A nivel nacional 39.5 millones de accidentes personales requieren atención médica y tratamiento cada año, según la CDC.
Si sufriste un accidente y resultaste lesionado, seguramente te estarás preguntando sobre los diferentes tipos de daños que puedes reclamar. Por eso, es importante que sepas cómo pueden afectar tu vida diaria y de qué forma recuperar las pérdidas que debes afrontar.
A continuación, te explicamos las distintas clases de daños que puedes reclamar en tu demanda de lesiones personales:
- Daños materiales: esto incluye cualquier propiedad que haya sido dañada en el accidente, como el vehículo, motocicleta, bicicleta, o cualquier otro objeto que se encontrara en el lugar del accidente. Estos son muy comunes en los casos de accidentes vehiculares.
- Gastos médicos: incluyen cualquier costo relacionado con el tratamiento de las lesiones sufridas en el accidente, como ambulancia, visitas a emergencias, al médico de seguimiento, cirujías, terapia física y rehabilitación, radiografías, medicamentos, entre otros. Ten en cuenta que puedes reclamar los gastos ya realizados y los que deberás hacer en un futuro que se relacionan con el accidente.
- Salarios perdidos: si no puedes trabajar debido a las lesiones sufridas en el accidente, tienes el derecho de reclamar los salarios perdidos, además de incluir beneficios como el seguro de salud y las contribuciones al plan de jubilación.
- Pérdida de capacidad de ganancia: si el accidente te deja imposibilitado de trabajar en un futuro debido a las lesiones sufridas, puedes reclamar una compensación por la pérdida de los salarios que no vas a poder recibir.
- Dolor y sufrimiento: abarca cualquier dolor físico, emocional o trauma que hayas sufrido como resultado del accidente.
Es importante tener en cuenta que cada caso es único y los tipos de daños pueden variar dependiendo de las circunstancias específicas del accidente.
Tu mejor opción es contactar a un abogado de lesiones personales con gran experiencia y que podrá guiarte en todo el proceso y así ayudarte a reclamar los daños sufridos y obtener la compensación que corresponda según tu caso.